La Fiscalía General de la República (FGR) en cumplimiento con la misión de proteger y defender los derechos de las víctimas de violencia sexual, logró que Sergio Alexander Amaya Quinteros, de 25 años, fuera condenado a 18 años de cárcel por violación.
Gracias a una investigación integral realizada por los fiscales de la Unidad de Atención Especializada para la Mujer, Niñez y Adolescencia (UAEMNA) de la FGR, las pruebas científicas, testimoniales y periciales, presentadas en el juicio fueron aceptadas por el Tribunal Segundo de Sentencia de San Miguel, y declaró culpable a Amaya Quinteros, de violación.
Según la acusación fiscal, Amaya Quinteros violó a dos mujeres en 2021 y 2022. Los crímenes ocurrieron en la ciudad de San Miguel y en el municipio de El Tránsito.
Amaya Quinteros fue condenado a 10 años de cárcel por violar a una mujer el 14 de noviembre de 2021. El hecho ocurrió aproximadamente a las 11 de la mañana, cuando la víctima regresaba del colegio y caminaba por el mercado municipal de El Tránsito.
“Cuando caminaba en medio del mercado le salió al paso -el imputado- y sin mediar palabras la abrazó muy fuerte a la vez que le dijo en el oído que si se movía la iba a matar. Obligándola a caminar fuera del mercado”, dijo la fiscal del caso.
Quinteros obligó a la víctima a caminar hasta la calle principal que lleva al municipio de San Jorge, San Miguel y al llegar a un puente la obligó a bajar, y ahí con amenazas a muerte la agrede sexualmente.
“El hombre le decía a la víctima que el quería ver si andaba tatuajes y que al verificar que no andaba tatuada la dejaría ir. Además le robó un teléfono celular, un anillo de oro y el dinero que andaba”, agregó la fuente fiscal.
Después de agredirla sexualmente, el hombre obligó a la víctima a regresar al mercado simulando ser novios. Por este crimen, además de la pena de 8 años de cárcel, deberá pagar $1,908 en concepto de Responsabilidad Civil.
El condenado también fue encontrado culpable de otro caso de violación en marzo de 2022. Por este hecho deberá cumplir 8 años de cárcel y pagar $1,321 en concepto de Acción Civil.
Quinteros interceptó a la víctima en el centro de San Miguel y la obligó a caminar por diferentes calles, hasta que abordaron un taxi que los llevó a un motel.
“El imputado obliga a la víctima a desnudarse expresándole que tenía que revisar su cuerpo para comprobar si tenía tatuajes y no de no hacerlo, en ese momento llamaría a las otras personas para que ingresaran y procedieran a violarla entre todos”, aseveró la fiscal.
El imputado agredió sexualmente a la víctima y posteriormente la obligó a bañarse bajo su supervisión, con el objetivo que no quedara evidencia del crimen.
Esta condena es un claro ejemplo del compromiso que la institución fiscal tiene en la lucha contra violencia ejercida a la mujer.