La Comisión de Derechos Humanos Tom Lantos del Congreso de EE.UU. organizó una audiencia para debatir el impacto del régimen de excepción en El Salvador, pero sorpresivamente negó la participación de las familias de las víctimas de las pandillas. Estas familias, que han sufrido homicidios, desapariciones y extorsiones, no fueron escuchadas.
Entre los testigos invitados estuvieron representantes de organismos internacionales como Human Rights Watch y Cristosal, pero las voces de las víctimas que han vivido el sufrimiento diario de las pandillas fueron excluidas. La Fiscalía General de la República de El Salvador solicitó que se les permitiera hablar, pero la Comisión rechazó su solicitud.
Familias como la de un obrero desaparecido en 2019 en La Libertad cuyo cuerpo ya ha sido entregado, lamentaron no ser tomadas en cuenta. Exigen que se comprendan sus realidades y piden a los organismos internacionales que dejen de defender a los delincuentes y se pongan en su lugar, como víctimas que luchan por la paz y la justicia.
En la audiencia familiares expresaron su apoyo al régimen de excepción, destacando que las políticas de seguridad del gobierno de Bukele han reducido la violencia y mejorado su situación. “Dejar de aplicar el régimen de excepción sería peligroso para nosotros y para toda la población”, señalaron.
El sufrimiento de miles de salvadoreños sigue siendo ignorado por quienes no entienden la lucha diaria por vivir en paz. El régimen de excepción, para muchos, es la única esperanza para un futuro libre de miedo y violencia.