En un perturbador incidente, la Policía Nacional Civil (PNC) reportó la captura de Salvador Ernesto Rosales Martínez, quien fue detenido después de atar de pies y manos a su hija de un año y colgarla de un polín como castigo. Según las autoridades, se ha descubierto que el maltrato físico y psicológico hacia la niña era recurrente.
El arresto tuvo lugar en la lotificación La Esperanza, en el cantón Agua Escondida de San Juan Opico. La PNC actuó rápidamente tras recibir una denuncia y acudió al lugar de los hechos, donde encontraron a la niña en una situación crítica. Los agentes liberaron a la menor de sus ataduras y la entregaron a su madre, quien se encontraba fuera de casa en el momento del incidente.
El trato inhumano y violento infligido a un ser tan vulnerable como un niño es repudiable y condenable. Las autoridades han manifestado su indignación ante este acto de crueldad y han asegurado que se tomarán todas las medidas necesarias para garantizar que el responsable enfrente las consecuencias legales correspondientes.
El caso ha despertado una gran preocupación en la sociedad, resaltando la importancia de estar atentos a posibles situaciones de maltrato infantil y denunciarlas de inmediato. Las instituciones encargadas de proteger a los menores y velar por su bienestar trabajarán en conjunto para brindar el apoyo necesario a la familia afectada y garantizar la seguridad de la niña.