«La Fiscalía General de la República (FGR) allana las propiedades del expresidente de ARENA, Alfredo Cristiani, en una acción sin precedentes», informa el presidente de la República desde el Salón Azul con motivo del cuarto aniversario de su Gobierno.
El presidente Nayib Bukele anunció enérgicamente en su discurso a la nación: «El fiscal general está llevando a cabo allanamientos y confiscaciones de todas las propiedades de Alfredo Cristiani. En este mismo momento, la FGR está ingresando a sus bienes para incautarlos y devolverlos al pueblo salvadoreño».
Con determinación, el mandatario declaró: «Vamos a perseguir la corrupción en todos los niveles, comenzando por uno de los políticos que más daño le hizo al país, alguien que se creía dueño absoluto y despreciaba a nuestro pueblo. El Salvador no volverá a ser propiedad de nadie, y aquellos que creyeron lo contrario hoy pagarán un alto precio». Estas palabras del presidente Bukele resuenan mientras los allanamientos continúan y los bienes de Cristiani son puestos bajo escrutinio.
Entre las propiedades ya allanadas se encuentran la mansión de Cristiani en Santa Elena, su residencia en Coatepeque y la droguería Santa Lucía. El presidente enfatizó: «Nos reinventamos al hacer lo que nadie antes tuvo el valor de hacer: obligar a uno de los mayores corruptos de nuestra historia reciente a devolver lo robado».
El Mandatario destacó la relevancia de este acto, subrayando que la corrupción ya no quedará impune: «No importa si el robo fue hace 1, 5 o 30 años, porque los delitos de corrupción ya no prescriben. Vamos tras cada corrupto en este país. No titubearemos para exigirles que reparen el daño causado al pueblo salvadoreño, así como no hemos dudado en erradicar las pandillas. Combatiremos la corrupción con la misma contundencia».
El presidente ha iniciado así una batalla frontal contra la corrupción, afirmó que se enfrentarán a los corruptos con la misma ferocidad con la que han combatido a los terroristas, incluso planeando la construcción de una cárcel diseñada exclusivamente para albergar a los culpables de corrupción.
El Jefe de Estado dejó en claro que en esta nueva guerra contra la corrupción no importa cuánto tiempo haya pasado desde el delito, ya que todos los responsables serán castigados y se les hará pagar por sus acciones. Esta postura firme y decidida marca un hito en la lucha contra la corrupción en El Salvador.