El número de cadáveres hallados en el sur de Kenia de presuntos miembros de una secta que ayunaron hasta morir para encontrarse con Jesucristo ha ascendido de 47 a 58, informó hoy el inspector general de la Policía keniana, Japhet Koome, que se ha desplazado hasta el lugar donde las excavaciones aún continúan.
«Hasta ayer (domingo) se había confirmado la muerte de 47 personas. Sin embargo, hoy tenemos 11 adicionales, lo que hace un total de 58 personas muertas confirmadas», afirmó Koome, quien hoy visitó el bosque de Shakahola, donde se han exhumado los cuerpos.
«Condenamos enérgicamente cualquier forma de organización religiosa que promueva creencias extremistas y opere fuera de los límites de la ley, poniendo en peligro la seguridad y el bienestar de los kenianos», dijo el alto mando policial en declaraciones recogidas por medios locales.
Asimismo, el inspector general aseguró que la Policía no descansará hasta llevar a todos los responsables de estas muertes ante la Justicia.
Hasta ahora se han identificado 58 tumbas en la búsqueda, pese a que el líder la secta, el predicador Paul Mackenzie Nthenge, ha asegurado a las autoridades que encontrarán a más de mil personas que fueron a «encontrarse con Jesús».
Las fuerzas de seguridad buscan no sólo cadáveres, sino también a víctimas supervivientes de un suceso sobre el que se pronunció hoy el presidente de Kenia, William Ruto.
«Lo que estamos viendo en (el distrito costero de) Kilifi es un tipo de terrorismo», dijo Ruto en un discurso durante un desfile de cadetes de oficiales de prisiones en la ciudad de Ruiru, cercana a Nairobi.