La Marina Real Británica ha otorgado a la firma MSubs de Plymouth un contrato de 15,4 millones de libras (18,7 millones de dólares) para la construcción de un submarino no tripulado de última generación, anunció el 1 de diciembre el Ministerio de Defensa.
La nave está destinada a «para proteger la infraestructura nacional crítica y monitorear la actividad submarina», indica el comunicado.
El submarino, de 12 metros de eslora, 2,2 m de manga y 17 toneladas de peso, entrará en servicio en la Marina británica dentro de dos años como parte del proyecto piloto Cetus. La nave será el vehículo no tripulado de este tipo más grande del arsenal de la Armada británica.
El nuevo aparato podrá sumergirse a mayores profundidades que otros submarinos de la Royal Navy, y su rango de crucero le permitirá recorrer 1.000 millas náuticas (1.852 kilómetros) en una misión.
El mando naval británico señaló que la implementación de este proyecto será el primer paso en el desarrollo de submarinos autónomos operativos que se utilizarán junto con los submarinos tripulados de ataque clásicos, incluido el último tipo Astute.
La autonomía de crucero del submarino, que funcionará con baterías, se puede aumentar instalando baterías adicionales.
El Ministerio de Defensa también indicó que se tratará de un submarino modular que no portará armas y cuya capacidad de carga se puede duplicar mediante una sección adicional.