El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció anoche, tras reunirse con el secretario de Estado de Estados Unidos (EE. UU.), Marco Rubio, que El Salvador ha ofrecido el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) para albergar a criminales convictos, incluidos ciudadanos estadounidenses, a cambio de una tarifa.
«Hemos ofrecido a los Estados Unidos la oportunidad de externalizar parte de su sistema penitenciario», indicó el mandatario salvadoreño a través de su cuenta oficial en X. Bukele explicó que El Salvador está dispuesto a aceptar únicamente a criminales convictos en su mega prisión CECOT, a cambio de una tarifa que, si bien sería relativamente baja para Estados Unidos, tendría un impacto significativo en la sostenibilidad del sistema penitenciario en El Salvador.
Este ofrecimiento de Bukele se dio en el marco de una visita oficial de Rubio a El Salvador, quien inició su primera gira internacional tras ser confirmado como secretario de Estado. La reunión entre ambos líderes también resultó en un acuerdo migratorio «sin precedentes», según Bukele, que busca abordar la creciente crisis de migración ilegal en la región.
La portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Tammy Bruce, calificó el encuentro de «tremendamente exitoso», destacando que los acuerdos alcanzados fortalecerán la seguridad y prosperidad de ambos países. En particular, Bruce subrayó que EE. UU. y El Salvador acordaron colaborar en la lucha contra la migración masiva ilegal, un fenómeno que actualmente afecta a toda la región. Entre los puntos acordados, Bukele se comprometió a recibir y encarcelar a pandilleros salvadoreños de la MS-13 que se encuentren en EE. UU. ilegalmente, así como a inmigrantes ilegales violentos de otras nacionalidades, incluidos miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua.
En cuanto al ofrecimiento de El Salvador, Bruce lo calificó como «un gesto extraordinario nunca antes ofrecido por ningún país», destacando que El Salvador estaría dispuesto a recibir a criminales estadounidenses peligrosos, incluidos ciudadanos estadounidenses y residentes legales, en su sistema penitenciario de alta seguridad.
Por su parte, el secretario de Estado Marco Rubio informó que EE. UU. emitirá una exención para desbloquear la asistencia económica destinada a apoyar la cooperación bilateral en áreas clave de seguridad. Entre los proyectos que recibirán apoyo, se incluyen la detección de viajeros sospechosos en el Centro Nacional de Análisis de Pasajeros de El Salvador, así como el fortalecimiento de las unidades de seguridad que colaboran con las fuerzas del orden estadounidenses.
El presidente Bukele destacó que el acuerdo migratorio alcanzado es uno de los más ambiciosos de la historia de las relaciones entre El Salvador y Estados Unidos, y posiblemente el más importante en América Latina. «Este acuerdo es muchísimo mayor, sin precedentes en la historia de las relaciones no solo de Estados Unidos con El Salvador, sino con toda la región», subrayó Bukele.
La visita de Rubio también fortaleció los lazos diplomáticos entre ambos países. La Embajada de EE. UU. en El Salvador indicó que la reunión fue una oportunidad clave para profundizar la cooperación en áreas de seguridad, estabilidad y prosperidad económica.
Rubio llegó a El Salvador procedente de Panamá y fue recibido en el Aeropuerto Internacional Óscar Arnulfo Romero por la ministra de Relaciones Exteriores de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco, la embajadora de El Salvador en Washington, Milena Mayorga, y el embajador de EE. UU. en El Salvador, William Duncan. Antes de la reunión, Bukele manifestó que la visita de Rubio es una excelente oportunidad para «fortalecer las relaciones» entre ambas naciones, lo que, según el presidente, será beneficioso para el país.