José Ángel Mejía fue condenado a cumplir una condena de prisión de 11 años, esto después que la Fiscalía General de la República comprobó que se dedicó a cobrar la mal denominada renta a una familia que necesitaba residir en el municipio de Tonacatepeque, al norte de San Salvador.
El informe fiscal da cuenta que el imputado venía actuando de esa forma desde el mes de abril del año 2020, y exigió $300 mensuales a cambio de respetar la vida de la víctima y de su grupo familiar. Sin embargo, al considerar insostenible su economía y el riesgo que tenían es que decidió promover la denuncia.
El delincuente fue capturado luego de recoger la “renta” cerca de un popular centro comercial en San Salvador.
Ante el Juez Segundo de Sentencia de San Salvador, la representación fiscal ofreció toda la prueba que evidenció la culpabilidad del imputado y fue declarado culpable por el delito de Extorsión Agravada.