Al menos seis civiles murieron este lunes en Kabul en un atentado suicida cerca del ministerio de Relaciones Exteriores, el primero desde el inicio del ramadán en Afganistán, anunció el ministerio del Interior.
El agresor fue blanco de las fuerzas afganas, pero los explosivos que transportaban «explotaron, matando a seis civiles e hiriendo a otros», indicó el portavoz del ministerio, Abdul Nafy Takor.
La explosión se produjo frente a un centro de negocios, cerca del ministerio de Exteriores.
La oenegé italiana Emergency, que gestiona un hospital en Kabul, dijo haber recibido a dos fallecidos y 12 heridos, entre ellos un niño.
De momento, ningún grupo reivindicó el atentado.
La explosión de este lunes es el segundo atentado cerca de la cancillería afgana en Kabul en menos de tres meses, y el primero desde el inicio del mes sagrado del ramadán el jueves en Afganistán.
El 11 de enero, un atentado suicida ante la entrada del ministerio de Exteriores, reivindicado por el grupo yihadista EI-K, la rama local del Estado Islámico, causó 10 muertos y 53 heridos, según la misión de asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (Manua).
El Estado Islámico-Jorasán (EI-K) multiplicó últimamente los ataques contra extranjeros, minorías religiosas e instituciones del gobierno afgano.
El regreso de los talibanes al poder en agosto de 2021 se tradujo por una reducción significativa de la violencia, después de dos décadas de guerra contra las fuerzas de la OTAN y Estados Unidos.
Pero desde el año pasado, los yihadistas del Estado Islámico-Jorasán han emergido como el mayor problema de seguridad para el gobierno talibán.
El EI y los talibanes comparten una ideología islamista sunita radical, si bien el primero lucha por el establecimiento de un califato mundial, mientras que los segundos desean simplemente dirigir un Afganistán independiente.