Este martes por la mañana una emotiva procesión de casi 200 personas se dirigió a la iglesia Brandywine en Greenfield (Indiana, EE.UU.) para rendirle tributo a un niño de 10 años quien se suicidó después de sufrir un acoso escolar implacable, recogieron medios locales. Su funeral se llevó a cabo en la mañana de este miércoles.
Sammy Teusch se suicidó el pasado 5 de mayo por la mañana, según el medio local 13News. «Lo sostuve en mis brazos. Hice lo que ningún padre debería hacer, y cada vez que cierro los ojos, es todo lo que puedo ver», comentó su padre, Sam Teusch. «Él era mi hijo pequeño. Era mi bebé. Era el más pequeño«, dijo la madre de Sammy, Nichole Teusch.
Según su familia el niño estuvo siendo intimidado hasta la noche antes de su muerte. También dijeron que el acoso comenzó el año pasado en la escuela primaria y continuó este año en la Escuela Intermedia Greenfield. «Al principio se burlaban de él por sus gafas y luego de sus dientes. Esto continuó durante mucho tiempo», expuso Sam. Lo que empezó como palabras progresivamente se volvió físico, subrayaron. «Lo golpearon en el autobús escolar y los niños le rompieron las gafas y todo», expuso su padre.
La familia de Sammy explicó también que el acoso progresó desde la escuela y el autobús hasta las redes sociales, incluso a pesar de que él tenía acceso limitado a su teléfono. «‘Te voy a dar una paliza. Te voy a dar una paliza cuando llegues a la escuela’«, recordó Sam. Sus padres dijeron que debido al acoso el niño se volvió retraído y dejó de abrirse. Ellos consideran que su suicidio se debió a que temía ir a la escuela después de un incidente en el baño y el ‘bullying’ constante.