El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, pidió disculpas tras abrazar y dar un beso en la boca a la futbolista Jenni Hermoso durante la celebración por la victoria de España en la final del Mundial Femenino de Fútbol en Australia.
En un video, difundido por la RFEF, Rubiales calificó la victoria de «un hecho histórico, uno de los días más felices del futbol español», por el que han trabajado mucho tiempo.
«Pero también hay un hecho que tengo que lamentar y es pues todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos al igual que con otras», afirmó a continuación. «Seguramente, me he equivocado, lo tengo que reconocer, porque en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, […] ocurrió lo que ocurrió, yo creo que de manera muy espontánea, repito, sin mala fe por ninguna de las dos partes», dijo.
«Lo veíamos algo natural, normal, y para nada, repito, con ninguna mala fe. Pero fuera parece que se ha formado un revuelo. Desde luego, si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra«, señaló.
En este contexto, el directivo agregó que también hay que «aprender de esto y entender que cuando uno es presidente de una institución tan importante como la Federación, tiene que, sobre todo en ceremonias y en este tipo de cuestiones, tener más cuidado». «Aquí dentro nadie le daba la más mínima importancia, pero fuera sí que se lo han dado. Entonces, también quiero disculparme ante estas personas», destacó.
Polémica por el beso
El video del incidente se hizo tendencia rápidamente en las redes sociales, donde los usuarios comenzaron a cuestionar si el beso había sido consentido y el grado de profesionalismo en el comportamiento de Rubiales. Por su parte, las ministras españolas de Igualdad, Irene Montero, y de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, también se unieron a las críticas hacia el presidente de la RFEF, tachando el acto como una forma de «violencia sexual».
Sin embargo, la delantera de la selección española afirmó en declaraciones posteriores que fue «un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial». «El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento», expresó la jugadora tratando de restarle importancia al asunto.