La estrella del París Saint-Germain, Lionel Messi, jugará en Arabia Saudita la próxima temporada, afirmó este martes a la AFP una fuente saudita próxima a las negociaciones, calificando el contrato de “enorme”.
Sobre la marcha del futbolista argentino al rico reino del Golfo hay “un acuerdo cerrado, jugará en Arabia Saudita”, dijo esta fuente amparada en el anonimato.
“El contrato es excepcional. Es enorme”, añadió, sin revelar el nombre del club que se haría con los servicios del campeón del mundo argentino.
Preguntado este martes por la AFP, el club parisino se limitó a recordar que Messi tiene contrato en vigor hasta el 30 de junio.
“Si el club hubiera querido renovar su contrato, se hubiese hecho antes”, indicó por su parte otra fuente desde el club parisino. Según esta segunda fuente, el argentino cumplirá su contrato como estaba previsto y no se espera que el club se pronuncie al respecto de forma oficial.
Ya con contrato con la oficina saudita de turismo para realizar la promoción en sus redes sociales, Messi podría reencontrarse en el campeonato local con la estrella portuguesa Cristiano Ronaldo, que milita en el Al-Nassr desde el mercato invernal.
Varios medios evocaron estos últimos días una oferta desorbitante del club rival Al-Hilal, valorada en 400 millones de euros (hacia 440 millones de dólares) al año para convencer a Messi y recrear la mítica rivalidad con Cristiano Ronaldo cuando ambos jugadores militaban en la Liga española.
“Las negociaciones no llevaron tanto tiempo que con Ronaldo”, afirmó la fuente saudita, añadiendo que como en el caso del portugués, el dinero procede del fondo soberano saudita (PIF).
La posibilidad de que Lionel Messi juegue en Arabia Saudita volvió a despertar el morbo de su rivalidad con Cristiano Ronaldo. Más allá de que el argentino y el portugués nunca tuvieron un desencuentro fuera de la cancha, sus enfrentamientos dentro del campo enloquecieron a los fanáticos durante más de una década.
En cuanto a la cuestión de dinero, el contrato del argentino duplicaría al del portugués, que cobra unos 200 millones de euros por temporada y es el deportista mejor pago del mundo.