Un grupo de científicos de varios institutos de Japón logró reconstruir digitalmente la apariencia de una mujer, probablemente perteneciente a la nobleza, que nació hace unos 1.600 años, informa el diario The Asahi Shimbun.
Tras revelar el modelo, realizado mediante gráficos por computadora, el equipo de investigación explicó durante un simposio en la ciudad de Yonezawa el proceso de reconstrucción de la bautizada como ‘Himiko de Okitama’.
Himiko fue encontrada en 1982 en una de las 200 tumbas recuperadas al pie del monte Totsukayama, en esa misma ciudad, junto con un peine de dientes largos y un pequeño cuchillo. En 2017, un análisis del ADN nuclear extraído de sus dientes reveló que el 96-97 % de su información genética estaba bien preservada, algo que rara vez sucede en huesos humanos antiguos, indicó Hideto Tsuji, de la Universidad Tohoku Gakuin, quien dirigió el proyecto.
En 2021, los expertos comenzaron a examinar los restos de Himiko y a reconstruir sus rasgos faciales. Con ayuda de tecnología de análisis de ADN y métodos de reconstrucción forense, determinaron que tenía ojos caídos, nariz chata, cabello lacio y negro y que su piel era «morena o morena negruzca». Su estatura oscilaba entre los 143 y 145 centímetros y habría muerto a alrededor de los 40 años de edad.
Si bien su cráneo había perdido su hueso nasal y parte del lado derecho, los investigadores pudieron visualizar la manera en que probablemente apretaba los dientes y así recopilaron información sobre sus hábitos alimenticios.
Se cree que Himiko puede ser descendiente de personas que llegaron desde la China continental en el período Yayoi (1000 a. C. – 250 d. C.), aunque también comparte rasgos con individuos del período Jomon (c. 14500 a. C. – 1000 a. C.).