Un grupo internacional de paleontólogos ha descubierto los restos fosilizados de una nueva especie del grupo ‘Crocodilomorfo talatosuquio’, depredadores marinos y antepasados de los cocodrilos actuales que vivieron durante el Jurásico, según un comunicado en EurekAlert.
La nueva especie de talatosuquios, que recibió el nombre de ‘Turnersuchus hingleyae’, se parecía a los cocodrilos modernos, pero tenía aletas en lugar de patas y una aleta al final de la cola, explican los investigadores. Los miembros de la especie se denominan coloquialmente ‘cocodrilos marinos’ o ‘cocodrilos de mar’, a pesar de que no pertenecen al orden ‘Crocodilia’, sino que tienen un parentesco más lejano.
Además, su hocico largo y delgado se asemeja mucho al de sus descendientes. ‘Turnersuchus hingleyae’ alcanzó una longitud de dos metros.
Sin embargo, su hábitat era diferente a la de los cocodrilos que conocemos, que se encuentran preferentemente en agua dulce. Estos depredadores extintos poblaban los mares.
Los restos fueron encontrados en las costas del condado de Dorset, en el Reino Unido, y se estima que tiene 185 millones de años de antigüedad. Para extraer los fragmentos fosilizados de su cráneo, columna vertebral y extremidades los científicos tardaron 15 meses, desde mayo de 2017 hasta julio de 2018, según un estudio publicado en la revista Journal of Vertebrate Paleontology.
Los expertos afirman que el descubrimiento de este nuevo depredador ayuda a llenar un vacío en el registro fósil y sugiere que los talatosuquios, junto con otros crocodiliformes, deberían haberse originado a finales del período Triásico, unos 15 millones de antes de la época en que vivió ‘Turnersuchus hingleyae’.
«Ahora deberíamos esperar encontrar más talatosuquios de la misma edad que ‘Turnersuchus’ y mayores», comentó Eric Wilberg, uno de los autores del estudio y profesor la Universidad de Stony Brook, Estados Unidos.