La cebolla es una hortaliza que tiene un bajo contenido calórico; es fuente de potasio, mineral que contribuye al funcionamiento normal de los músculos y del sistema nervioso y de vitamina C.
Sin embargo, poca gente sabe que en la cáscara de la cebolla también se encuentra una importante cantidad de nutrientes, y tiene distintos beneficios.
– Poder antioxidante: tiene una potencia antioxidante y reduce la acción de los radicales libres y ayuda a evitar el envejecimiento precoz.
– Fortalece el sistema inmunitario. Los compuestos fenólicos presentes en la cáscara de la cebolla pueden fortalecer el sistema inmunitario. Esto previene enfermedades como resfriados y gripes.
– Trata las infecciones del tracto urinario: Las capas exteriores de la cebolla también tienen propiedades antibióticas, por lo que son capaces de disminuir los síntomas que producen las enfermedades virales y bacterianas que afectan a la salud renal y de la vejiga.
– Buena para la piel: Los hongos, las verrugas y otros problemas dermatológicos comunes se pueden tratar con la ayuda de una infusión de cáscara de cebolla aplicada de forma tópica.
– Reduce la inflamación de garganta: Su poder antiinflamatorio, junto con los polifenoles,
combaten la inflamación de garganta, la tos y la flema de manera rápida.
– Previene enfermedades cardiovasculares: En estas cáscaras se encuentra una importante cantidad de fibra y sustancias fenólicas, las cuales ayudan a reducir el colesterol LDL.