Nuestro cerebro se ve afectado por el proceso de envejecimiento, pero entrenar el cerebro con diversas actividades puede ayudar a retrasar el progresivo declive de la cognición asociado a la edad.
Un grupo de científicos de la Universidad de Ginebra (UNIGE), HES-SO Ginebra y EPFL ha descubierto, en concreto, que tocar instrumentos musicales o escuchar música estimula la producción de materia gris y mejora la reserva cognitiva, por lo que puede ralentizar el deterioro cognitivo.
Para llegar a esta conclusión los investigadores siguieron a 132 jubilados de entre 62 y 78 años que cumplían el requisito de no haber recibido anteriormente clases de música durante más de seis meses, y que se matricularon en un curso de sensibilización sobre piano y música con una duración de seis meses. Sus resultados se han publicado en NeuroImage Reports y abren nuevas posibilidades para promover un envejecimiento activo y saludable y retrasar el envejecimiento del cerebro.
El cerebro se va remodelando a sí mismo a lo largo de la vida y su morfología y las conexiones neuronales varían en función del entorno y de nuestras experiencias; por ejemplo, cuando adquirimos nuevos conocimientos o tras sufrir un accidente cerebrovascular. Sin embargo, a medida que envejecemos la “plasticidad cerebral” disminuye y el cerebro también pierde materia gris, el lugar donde se encuentran las valiosas neuronas.
Esto se conoce como “atrofia cerebral” y se caracteriza porque poco a poco sufrimos una pérdida de las capacidades cognitivas y una de las funciones que más se deteriora es la memoria de trabajo, que consiste en la retención y manipulación de la información durante un breve periodo de tiempo con un objetivo, como recordar un número de teléfono el tiempo suficiente para anotarlo o traducir una oración de un idioma extranjero, y que resulta clave en muchos procesos cognitivos.