Lo que muchos venían anunciando terminó pasando: el gobierno de Cataluña (nordeste de España) se declaró este jueves oficialmente en emergencia por la «peor sequía del último siglo», anunció el presidente Pere Aragonès.
Esto significa que a partir del viernes los casi seis millones de habitantes de 202 municipios de las provincias de Barcelona y de Girona (frontera con Francia), pasarán a ver endurecidas las restricciones impuestas en fases de preemergencia luego de más de tres años con lluvias y pantanos a niveles irrisorios, por debajo de un 16 % de su capacidad.
El gobierno catalán recuerda lo insólita que es está sequía tan larga y prolongada. En los últimos 40 meses, el nivel de lluvias ha sido «extremadamente reducido», dijo Aragonès en una rueda de prensa.
«Semanas sin lluvia»
«Ha habido semanas en las que no ha llovido nada en buena parte» de Cataluña, agregó.
Por ahora, no habrá cortes de agua: el gobierno quiere evitarlos lo máximo que pueda porque la interrupción intermitente puede dañar las tuberías. La idea es ir reduciendo la presión poco a poco.
Las restricciones consisten en limitar el consumo de agua a 200 litros por habitante para todos los usos (comercial, industrial, lúdico o personal), so pena de sanción a los municipios que rebasen ese umbral. En los niveles dos y tres de la fase de emergencia, ese límite bajaría a 180 y 160 litros.
Además, se reduce en un 80 % el riego agrícola, en un 50 % el de ganadería y un 25 % para el sector industrial. El uso recreativo se recorta en ese mismo porcentaje.