La jugadora de la selección española y del Pachuca mexicano, Jenni Hermoso, aseguró que ha «llegado a recibir amenazas» después del beso que el expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales le dio durante la entrega de medallas tras la consecución del título Mundial de fútbol.
«He tenido que asumir las consecuencias de un acto que no provoqué, que no había elegido; ni premeditado. He llegado a recibir amenazas, y eso es algo a lo que no te acostumbras nunca», afirmó la madrileña en una entrevista con la revista GQ, en la que destacó que las jugadoras de la selección «han vivido en primera persona la lucha por la igualdad».
En sus primeras declaraciones después lo ocurrido tras la final del Mundial en Sídney el pasado 20 de agosto, Hermoso mantuvo que las internacionales «nunca» pidieron cobrar igual que los jugadores de la selección absoluta masculina y que lo que querían era «lo más básico, tener un salario mínimo», que se las «respetara» y se las «diera la oportunidad de poder hacer algo muy grande».
«En cuanto la hemos tenido, hemos ganado un campeonato del mundo. Nos han llamado caprichosas. Siempre se ha dicho que queríamos cobrar igual que los chicos y no era verdad. Me da mucha rabia que digan que el fútbol femenino no genera tanto como el masculino», añadió.
La jugadora madrileña agradeció las muestras de apoyo que ha recibido tanto ella como el resto de internacionales por parte de otras futbolistas y de personas de otros sectores como el cultural y admitió que le habría gustado tener también el de los jugadores. «El apoyo de ellos no se si hubiera hecho todo más sencillo, pero desde luego nos hubiera ayudado mucho», apuntó.
«Quiero que se me recuerde como una persona que ha querido dejar a España en lo más alto pero, sobre todo, como alguien que ha intentado que muchas mentalidades cambien. Por suerte o por desgracia, está esta historia, pero voy a aprender a aprovecharla positivamente para pelear por lo que creo que es bueno para la sociedad. El movimiento #SeAcabó debe traer una nueva era», insistió.
Hermoso relató que «estas semanas han sido muy difíciles» y desveló que sigue trabajando con la psicóloga con la que lo hace desde hace años, porque «la salud mental es tan importante como el entrenamiento diario» y contar los ocurrido «una y otra vez» la «estaba haciendo mucho daño».
«A mí siempre me ha gustado estar con la selección, representar a mi país, pero había algo que nunca me dejaba disfrutarlo del todo y si no hubiera pasado esto, todo hubiera seguido igual. Nunca haré nada sólo por ganar más dinero. Poder luchar por esto, unas condiciones más dignas para las futbolistas, es otro orgullo y ahí sí que quiero hacerme notar. Si tengo que poner mi cara para conseguir un cambio, adelante», agregó.
La Audiencia Nacional investiga a Luis Rubiales por agresión sexual y coacciones por el beso que dio a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas del Mundial y las coacciones a las que presuntamente fue sometida para decir que fue consentido.
Rubiales dimitió de su cargo de presidente de la RFEF tras el inicio de la investigación judicial y la suspensión temporal que le impuso la FIFA, que finalmente le ha suspendido durante tres años por incumplir su Código disciplinario.
EFE