La tormenta tropical Idalia se fortaleció este martes hasta convertirse en huracán y los meteorólogos pronostican que se volverá «extremadamente peligroso» antes de tocar tierra el miércoles en Florida.
«Idalia ya es un huracán. Se espera que se intensifique rápidamente en un huracán extremadamente peligroso antes de tocar tierra el miércoles», dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) en un aviso público.
Los huracanes de gran intensidad suelen ser de categoría 3 o superior en la escala Saffir-Simpson de cinco niveles, fenómenos que, según el NHC, pueden causar daños «devastadores» y «catastróficos».
En el momento del aviso, Idalia se encontraba a unos 600 kilómetros al sur-suroeste de Tampa, Florida, y presentaba vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora.
Ron DeSantis, gobernador de Florida y candidato a la presidencia estadounidense, declaró el lunes el estado de emergencia en 46 condados y anunció evacuaciones en partes del oeste.
«Este va a ser un huracán poderoso y, sin duda, va a afectar al estado de Florida de muchas maneras diferentes. Así que, por favor, presten atención a las directrices de sus autoridades locales», dijo DeSantis en una rueda de prensa.
El presidente estadounidense Joe Biden habló con DeSantis el lunes por la mañana y aprobó una declaración de emergencia para Florida, lo que garantiza ayuda federal para afrontar el paso de Idalia.
Las inundaciones podrían alcanzar partes de Carolina del Sur entre el miércoles y el jueves.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA) se está preparando para el impacto de la tormenta, incluyendo el despliegue de parte de su personal, según la Casa Blanca.