Cuando la higiene dental es precaria, los dientes se empiezan a poner de color amarillo y empieza a salir el sarro. Además, una persona se hace más propensa a sufrir de mal aliento o halitosis, como también se le conoce.
“La falta de higiene bucal es uno de los mayores causantes de dientes amarillos. Si no llevamos una correcta limpieza de los dientes, las bacterias acumuladas en ellos se cristalizarán y formarán una capa amarillenta llamada sarro. Esta capa pegajosa fomenta la aparición de más sarro y, además, altera la estética debido a su tono amarillento y marrón si se prolonga mucho en el tiempo. Además, para su eliminación es necesaria una limpieza profesional”, explica el sitio web Dental Garrido.
“El no tratar a tiempo este problema de acumulación de sarro acarrea graves consecuencias a nivel de las encías, y en última instancia el hueso que rodea los dientes, lo que termina por producir la movilidad y hasta la caída de los dientes”, agrega el portal.
Cepillarse los dientes con regularidad (tres veces al día), utilizar enjuague dental, hacer uso de hilo dental y beber mucha agua ayuda a mantener los dientes en perfectas condiciones, sin color amarillo ni sarro.
De igual manera, es necesario destacar que algunos alimentos y productos en especial fomentan la aparición de sarro dental y ponen los dientes amarillos. Algunos de los más comunes son las bebidas carbonatadas y alcohólicas.
Asimismo, cabe mencionar que el consumo constante de tabaco estimula la aparición de dientes amarillos. El consumo de drogas y algunos medicamentos, en especial, también generan graves problemas en los dientes.
Ahora bien, así como hay alimentos, productos y demás sustancias que perjudican la salud dental, hay algunos otros que, por el contrario, los ayudan a blanquear y eliminan el sarro. Los más conocidos son dos frutas como las fresas y la banana.
Hay frutas como las fresas y el plátano que contienen ácido salicílico, el cual combate la acumulación de sarro y le proporciona un tono más blanco y limpio a los dientes, sin dañar el esmalte. En el caso de la fresa, este componente se encuentra en su pulpa, por lo que el tratamiento consiste en frotar directamente los dientes con ella. Por su parte, el plátano lo posee en la cáscara, así que tras cepillarte los dientes, podrás pasar su piel interna sobre los dientes de forma suave durante unos 3 minutos.