La Juventus obtuvo este miércoles la anulación del cierre parcial de una tribuna de su estadio, sanción que había recibido luego de los gritos racistas de algunos de sus seguidores hacia el delantero del Inter de Milán Romelu Lukaku.
La tribuna en cuestión, que cuenta con unas 4.500 localidades, podrá estar abierta al público este domingo por la noche para el choque de la 31ª fecha de la Serie A contra el líder Nápoles.
El tribunal de apelación de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) anunció en un comunicado haber «aceptado el recurso» de la Juve, sin precisar las motivaciones de esta anulación.
La Juve había interpuesto un recurso estimando que no se habían tenido en cuenta sus esfuerzos por identificar y sancionar a los aficionados en el origen de los gritos hacia Lukaku durante un partido de Copa de Italia.
El internacional belga fue objeto de insultos racistas en el momento de marcar de penal en los últimos minutos el gol que suponía el 1-1 en la ida de semifinales (1-1), según reflejaron varios videos.
La Serie A, que organiza la Copa de Italia, había indicado para justificar su sanción inicial que «la mayoría de los aficionados» que ocupaban ese sector habían proferido gritos racistas.
Lukaku fue expulsado al ver una segunda tarjeta amarilla después de haber celebrado su gol delante de la grada de los hinchas turineses mientras se llevaba el dedo a la boca demandando silencio.
El Inter también interpuso un recurso contra su suspensión, que debería purgar en la vuelta de la semifinal de la ‘Coppa’ en San Siro el 26 de abril.
Ese nuevo episodio de racismo en un estadio italiano suscitó numerosas reacciones en el país, pero también en el extranjero, por parte entre otros del astro francés Kylian Mbappé o del presidente de la FIFA Gianni Infantino.
«La historia se repite. (…) Espero que la Liga realmente actúe esta vez», había escrito por Instagram Lukaku, en referencia a los precedentes gritos racistas en su contra en Cagliari, en septiembre de 2019, en aquel entonces no sancionados.