La FIFA aseguró que la gestión de las lesiones cerebrales, con medidas como las sustituciones permanentes y el programa de gestión de éstas que ha aplicado en el Mundial de Qatar 2022, es una de sus prioridades médicas, con el principio de que «la salud es lo primero» como base.
En vísperas del Congreso que la FIFA celebrará el próximo día 16 en Kigali, en el que Gianni Infantino será reelegido presidente sin oposición, el director de la Subdivisión de Medicina de la FIFA, el doctor Andrew Massey, explicó que ambos objetivos son prioritarios en su línea de actuación.
«Nuestro objetivo es evitar que un jugador con lesión cerebral vuelva al terreno de juego antes de estar listo. De hacerlo así, tendríamos lo que se llama un falso negativo: cuando reconocemos a un jugador, pensamos que no tiene ninguna lesión y dejamos que siga jugando. Eso es lo más peligroso», afirmó.
En una entrevista con la FIFA publicada este lunes, Massey recordó que una lesión craneoencefálica o conmoción cerebral puede tardar 72 horas en manifestarse y que como «el daño es exponencialmente mayor cuando se produce un nuevo traumatismo tras la lesión inicial», el objetivo es «reducir la probabilidad de que se produzcan estos falsos negativos».
«Según las investigaciones, al contar con sustitutos temporales, la probabilidad de que se produzca un falso negativo estaría en un rango de entre el 16 % al 25 %. Es decir que estaríamos enviando nuevamente al campo de juego a una de cada cuatro personas que presenta una conmoción cerebral que aún no se ha manifestado», añadió.
Tras la última revisión hecha por la IFAB el pasado día 4 sobre los ensayos con sustitutos permanentes adicionales en casos de conmociones cerebrales, el responsable médico de la FIFA apostó por «tener un umbral más seguro».